La salud bucal es una parte fundamental del bienestar general, incluso desde los primeros años de vida. A medida que los niños crecen, sus dientes y encías pasan por distintos procesos de desarrollo que requieren una atención especializada. En este contexto, surge una rama específica de la odontología que se encarga de atender a los más pequeños: la odontología pediátrica.
A continuación, te contamos qué es la odontología pediátrica, qué funciones cumple el profesional que la ejerce, los tratamientos más comunes, sus diferencias con otros dentistas y por qué es tan importante cuidar los dientes desde la infancia.
¿Qué es la odontología pediátrica?
La odontología pediátrica es la especialidad de la odontología que se enfoca en la salud bucal de bebés, niños y adolescentes, incluyendo a aquellos con necesidades especiales. También se le conoce como odontología para niños, y su objetivo principal es prevenir, diagnosticar y tratar los problemas dentales propios de estas etapas de crecimiento.
Esta especialidad no solo se ocupa de tratar enfermedades ya existentes, sino también de prevenirlas. Para ello, en Calma Dental nuestros odontopediatras educan tanto a los niños como a sus familias sobre hábitos de higiene bucal adecuados, alimentación saludable y la importancia de las visitas regulares al dentista.
Es importante destacar que los dientes de los niños, aunque eventualmente sean reemplazados por dientes permanentes, cumplen un rol crucial en su desarrollo. Participan en funciones como la masticación, el habla y la correcta alineación de los dientes futuros. Por eso, la odontología pediátrica desempeña un papel clave desde edades tempranas.
¿Qué hace un odontólogo pediatra?
El odontólogo pediatra, también llamado odontopediatra, es un dentista que ha completado una formación especializada después de terminar sus estudios en odontología.
Esta formación adicional, que suele durar entre dos y tres años, le permite comprender a fondo las necesidades dentales y psicológicas de los niños.
Una parte importante del trabajo del odontólogo pediatra es crear un ambiente cómodo y seguro para los niños durante las consultas. Muchos niños sienten miedo o ansiedad al visitar al dentista, por lo que es fundamental que el profesional sepa cómo ganarse su confianza y cómo explicar los procedimientos de forma que los pequeños puedan entender.
Además de tratar los dientes y encías, el odontopediatra también evalúa el crecimiento de la mandíbula, la posición de los dientes y el desarrollo de la mordida. Puede detectar problemas tempranos que, si se corrigen a tiempo, evitarán tratamientos más complejos en el futuro.
Descubre por qué la odontopediatría es clave para la salud dental infantil.
¿Qué tratamientos realiza un odontopediatra?

Los tratamientos que realiza un odontopediatra varían según la edad del niño y sus necesidades específicas. Algunos de los procedimientos más comunes son los siguientes:
- Revisiones y limpiezas dentales: se recomienda hacerlas al menos dos veces al año. Estas visitas permiten detectar caries o problemas de encías en sus etapas iniciales.
- Aplicación de flúor: el flúor fortalece el esmalte dental y ayuda a prevenir la aparición de caries.
- Selladores dentales: son capas protectoras que se aplican sobre los molares para evitar que se acumulen restos de comida y bacterias.
- Tratamiento de caries: incluye empastes y otros procedimientos para reparar los dientes dañados.
- Extracciones: a veces es necesario extraer dientes temporales (de leche) si están causando problemas o si no caen de forma natural.
- Tratamiento de traumatismos dentales: los niños son propensos a golpes y caídas que pueden afectar sus dientes. El odontopediatra está capacitado para tratar estos casos.
- Control de hábitos orales perjudiciales: como el uso prolongado del chupete, la succión del dedo o el bruxismo (rechinar de dientes), que pueden afectar la salud bucal.
- Orientación sobre ortodoncia temprana: aunque el odontopediatra no realiza tratamientos de ortodoncia complejos, sí puede detectar la necesidad de una evaluación ortodóntica y derivar al especialista adecuado.
Cada tratamiento se adapta a la edad del niño y se realiza de forma que el pequeño se sienta lo más cómodo posible. La prevención es siempre la prioridad en odontología para niños, ya que evitar problemas desde el principio es más sencillo y menos invasivo que tratarlos cuando ya se han desarrollado.
Si quieres saber a qué edad debes llevar a un niño al dentista por primera vez, te lo contamos aquí.
¿Cuál es la diferencia entre un dentista y un dentista pediátrico?
Aunque tanto el dentista general como el odontólogo pediatra tienen la formación necesaria para cuidar la salud bucal, hay algunas diferencias importantes entre ambos.
Un dentista general está capacitado para tratar pacientes de todas las edades, pero su formación no profundiza en las particularidades del desarrollo dental infantil ni en las técnicas de manejo del comportamiento de los niños.
Por su parte, el odontólogo pediatra ha recibido una formación específica que le permite entender mejor las necesidades de los niños. Esto incluye no solo el tratamiento de dientes temporales, sino también aspectos emocionales, como la ansiedad o el miedo al dentista. Además, está más familiarizado con enfermedades o condiciones que afectan exclusivamente a los niños.
Otra diferencia relevante es el entorno de atención. Los consultorios de odontología pediátrica suelen estar diseñados para ser más amigables con los niños. Se usan colores, juguetes y elementos visuales que ayudan a reducir el miedo y hacer que la visita sea una experiencia más positiva.
En resumen, aunque ambos profesionales pueden tratar dientes, la odontología pediátrica está centrada exclusivamente en el paciente infantil, lo que hace que la atención sea más especializada y adaptada.
¿Por qué es importante la odontología pediátrica en la salud bucal?
La odontología pediátrica es fundamental porque sienta las bases de una buena salud bucal a lo largo de la vida. Cuidar los dientes desde la infancia no solo previene enfermedades, sino que también crea hábitos saludables que los niños llevarán consigo en la adultez.
Una atención dental temprana permite detectar problemas antes de que se agraven. Por ejemplo, una caries no tratada en un diente de leche puede afectar al diente permanente que lo reemplazará. Del mismo modo, una mala mordida no corregida a tiempo puede derivar en problemas de pronunciación, masticación o autoestima.
Además, las primeras visitas al dentista influyen en la relación que el niño tendrá con su salud bucal. Si estas experiencias son positivas, es más probable que el niño mantenga una actitud responsable hacia el cuidado de sus dientes. Por eso, es recomendable llevar al niño al odontopediatra desde que aparece el primer diente o, a más tardar, al cumplir su primer año.
Otro aspecto clave es la educación. El odontopediatra no solo trata, sino que también enseña. Orienta a padres y cuidadores sobre la higiene bucal adecuada, la alimentación que favorece la salud dental y los signos de alerta que deben tener en cuenta.
En definitiva, la odontología para niños es una herramienta esencial para garantizar que los más pequeños crezcan con una sonrisa sana y fuerte. La atención temprana, regular y adaptada a su etapa de desarrollo es el mejor camino para prevenir enfermedades y promover el bienestar general.