La salud bucal es fundamental para mantener una buena calidad de vida. Las encías sanas sostienen los dientes y protegen las raíces de las infecciones. Cuando las encías se inflaman o sufren daños, hablamos de la enfermedad de las encías, un problema común que puede derivar en complicaciones graves si no se trata a tiempo. A continuación, explicamos con claridad qué es la enfermedad de las encías y cómo podemos cuidarnos para evitarla.
¿Qué es la enfermedad de las encías?
La enfermedad de las encías —también llamada gingivitis en su fase inicial y periodontitis en fases avanzadas— es la inflamación de los tejidos que rodean y soportan los dientes. En condiciones normales, las encías se ven de color rosado pálido, están firmes y no sangran al cepillarlas. Cuando aparece una infección bacteriana en la línea gingival, la encía reacciona aumentando el riego sanguíneo y acumulando células defensivas, lo que provoca hinchazón y dolor.
En su etapa temprana, la gingivitis se puede revertir con una buena higiene dental. Sin embargo, si la infección progresa, el ataque bacteriano y la respuesta inflamatoria destruyen el ligamento periodontal y el hueso que sujeta el diente, dando lugar a la periodontitis. Aquí entra en juego la pregunta de cómo se cura la enfermedad de las encías: el tratamiento varía según la gravedad, pero siempre requiere la intervención de un profesional.
¿Cuáles son las enfermedades de las encías más comunes?
Existen dos fases principales de la enfermedad de las encías:
- Gingivitis, caracterizada por una evidente inflamación de las encías sin pérdida ósea. Las encías presentan una coloración rojiza, así como un aspecto hinchado y se percibe que sangran con facilidad. Aparece por acumulación de placa bacteriana.
- Periodontitis, caracterizada por una inflamación más profunda que afecta el hueso y el ligamento periodontal. Se empiezan a formar bolsas periodontales (espacios entre diente y encía) donde se acumulan bacterias. Puede provocar movilidad dental y pérdida del diente.
Además de estas dos, existen formas menos frecuentes como la periodontitis agresiva (inicia en adultos jóvenes con rápida destrucción ósea) o la periodontitis asociada a condiciones sistémicas (diabetes, enfermedades cardiovasculares, etc.). También aparece la enfermedad de las encías que sangran como signo de alarma, pero no es una entidad diferente, sino un síntoma típico de la gingivitis.
¿Cuáles son los síntomas de la enfermedad de las encías?
Para saber cómo saber si tengo enfermedad en las encías es importante conocer los signos que acompañan a esta patología. Los principales indicadores de enfermedad de las encías y sus síntomas incluyen:
- Encías rojas o violáceas. Las encías pierden su color rosado normal y se vuelven intensamente rojas.
- Sangrado al cepillarse o al usar hilo dental. La presencia de enfermedad de las encías que sangran es uno de los primeros síntomas.
- Encías inflamadas o abultadas. Aumentan de tamaño y se notan más blandas al tacto.
- Mal aliento persistente. La acumulación de bacterias y restos de comida en bolsas gingivales favorece la halitosis.
- Recesión gingival. La encía se retrae, dejando visible parte de la raíz del diente.
- Movilidad dental. En fases avanzadas, el diente se afloja por la pérdida de hueso de sostén.
- Dolor o sensibilidad. Al masticar o al comer alimentos calientes, fríos o dulces.
Si detectas uno o varios de estos signos, es esencial acudir al dentista. Un diagnóstico precoz aumenta las posibilidades de éxito en el tratamiento. Además, conviene recordar que la enfermedad de las encías y sus síntomas pueden variar de una persona a otra, y a veces pasar desapercibidos hasta que la enfermedad está avanzada.
Causas de la enfermedad de las encías

La causa principal de la enfermedad de las encías es la placa bacteriana, una película pegajosa que se forma constantemente sobre los dientes.
Si no se elimina con el cepillado y la limpieza interdental, la placa se convierte en sarro, donde los gérmenes proliferan y generan toxinas que irritan la encía. Entre los factores de riesgo destacan:
- Higiene bucal deficiente. Cepillarse de forma irregular o sin técnica adecuada favorece la acumulación de placa.
- Tabaquismo. El tabaco reduce el flujo sanguíneo en las encías, impide la cicatrización y facilita la colonización bacteriana.
- Predisposición genética. Algunas personas producen una respuesta inflamatoria más intensa ante la placa bacteriana.
- Cambios hormonales. Adolescencia, embarazo y menopausia pueden aumentar la sensibilidad de la encía.
- Enfermedades sistémicas. Diabetes, síndrome metabólico y trastornos inmunitarios agravan la respuesta inflamatoria.
- Medicamentos. Fármacos para la epilepsia, inmunosupresores o algunos antihipertensivos pueden desencadenar crecimiento gingival y dificultar la higiene.
- Estrés. Afecta las defensas del organismo y reduce la capacidad de regeneración de los tejidos.
Conocer estos desencadenantes permite entender mejor qué es la enfermedad de las encías y cómo mantenerlas sanas.
¿Cómo prevenir problemas en las encías?
La prevención es la mejor estrategia contra la enfermedad de las encías. Seguir estos consejos ayuda a mantener una sonrisa sana y a reducir el riesgo de complicaciones:
- Higiene bucal diaria. Cepíllate los dientes al menos dos veces al día, con movimientos suaves y circulares. Usa un cepillo de cerdas suaves y cámbialo cada tres meses. Complementa con hilo dental o cepillos interdentales para limpiar entre los dientes.
- Visitas periódicas al dentista. Realiza revisiones cada seis meses o según lo indique tu profesional. Las limpiezas profesionales eliminan el sarro y detectan problemas en etapas tempranas. Aprovecha para preguntar cómo se cura la enfermedad de las encías en caso de dudas sobre tratamientos.
- Dieta equilibrada. Limita alimentos azucarados y bebidas ácidas que favorecen la placa. Incorpora frutas y verduras crujientes, lácteos y alimentos ricos en vitamina C, esenciales para la salud gingival.
- Evitar el tabaco. Fumar aumenta hasta tres veces el riesgo de desarrollar periodontitis. Dejar el tabaco mejora la circulación en las encías y la respuesta al tratamiento.
- Control de factores de riesgo. Mantén la diabetes y otras enfermedades sistémicas bajo control. Informa a tu dentista de cualquier medicamento que tomes para valorar su efecto sobre tu salud bucal. Gestiona el estrés con ejercicio físico, descanso adecuado y técnicas de relajación.
- Conocer tu propia boca. Presta atención a señales de alarma, como sangrado o inflamación. Si te preguntas cómo saber si tengo enfermedad en las encías, revisa tu boca todos los días: busca enrojecimiento, molestia o espacios entre encía y diente. Ante cualquier duda, acude al profesional sin esperar a que empeore.
En Clínica Dental Calma somos especialistas en tratamientos de periodoncia. Si sufres de gingivitis o periodontitis, consulta con nuestro equipo para acudir a una revisión del estado de tus dientes y poner freno al deterioro de tus tejidos gingivales.
Breve guía sobre cómo se cura la enfermedad de las encías
Cuando el daño ya está instaurado, el dentista propondrá un plan de tratamiento adaptado a cada caso. En líneas generales, cómo se cura la enfermedad de las encías depende de la fase:
- Gingivitis leve. Aquí se prioriza la eliminación de placa y sarro con limpieza bucal profesional. Los refuerzos de hábitos de higiene en casa suelen dar buen resultado.
- Periodontitis moderada. Raspado y alisado radicular: limpieza profunda bajo la línea de la encía para eliminar bacterias. Enjuagues antisépticos y pautas de antibióticos en casos concretos.
- Periodontitis avanzada. Cirugía periodontal para acceder a las raíces y regenerar el hueso. Injertos óseos o de tejidos blandos si hay pérdida severa. Mantenimiento periódico cada tres o cuatro meses para evitar recaídas.