Los brackets son uno de los tratamientos más comunes en ortodoncia para corregir la posición de los dientes y mejorar la mordida.
Con el paso del tiempo, han aparecido diferentes tipos de aparatos que se adaptan a las necesidades de cada paciente en función de la naturaleza de su problema y de la solución que requiera.
¿Qué son los brackets estéticos?
Los brackets estéticos son aparatos de ortodoncia diseñados para ser menos visibles que los metálicos tradicionales. Su principal característica es que están fabricados con materiales que se mimetizan con el color natural de los dientes, como la cerámica, el zafiro o ciertos tipos de plásticos de alta resistencia.
A diferencia de los brackets metálicos, que son fácilmente reconocibles por su color plateado, los brackets estéticos pueden ser transparentes o del tono del esmalte dental, lo que les da una apariencia más discreta. Por eso, suelen ser una opción elegida por adultos o personas que buscan corregir su sonrisa sin que los aparatos sean tan evidentes.
Dentro de este grupo también existen los brackets autoligables estéticos, que no necesitan las gomas o ligaduras tradicionales para sujetar el arco metálico. En su lugar, utilizan un pequeño mecanismo integrado que cumple la misma función.
¿Qué son los brackets tradicionales?

Los brackets tradicionales o brackets metálicos son el tipo más común y antiguo de aparato de ortodoncia. Están fabricados con acero inoxidable y consisten en pequeñas piezas metálicas que se adhieren a la superficie de cada diente. Estas piezas se conectan entre sí mediante un arco metálico que ejerce presión sobre los dientes para moverlos gradualmente hacia la posición correcta.
A pesar de ser más visibles, los brackets metálicos siguen siendo muy utilizados por su eficacia, resistencia y coste más bajo en comparación con otras opciones. También permiten realizar correcciones más complejas en menos tiempo.
En algunos casos, los ortodoncistas combinan ambos tipos, utilizando brackets metálicos y estéticos en diferentes partes de la boca, por ejemplo, metálicos en los dientes posteriores y estéticos en los frontales.
¿Cuál es la diferencia entre los brackets convencionales y los estéticos?
La principal diferencia entre los brackets convencionales y los brackets estéticos está en el material y la apariencia visual del aparato.
Los brackets metálicos están hechos de acero inoxidable, mientras que los brackets estéticos pueden estar fabricados de cerámica, zafiro o plástico. Los de zafiro son completamente transparentes, mientras que los de cerámica tienen un tono similar al del diente.
Otra diferencia importante está en la resistencia. Los brackets metálicos son más duraderos y menos propensos a romperse. Los estéticos, en cambio, son algo más frágiles, especialmente los de cerámica. También pueden generar algo más de fricción entre el arco y el bracket, lo que en algunos casos puede hacer que el tratamiento sea ligeramente más largo.
En cuanto a la comodidad, ambos tipos se adaptan bien a la boca. Sin embargo, algunos pacientes notan que los brackets estéticos tienen bordes más suaves, lo que puede reducir pequeñas molestias al inicio del tratamiento.
Por último, los brackets autoligables estéticos presentan un sistema más moderno que evita el uso de ligaduras elásticas, lo que mejora la higiene y la estética, además de facilitar los ajustes.
Ventajas y desventajas de los brackets tradicionales y estéticos
Ventajas de los brackets tradicionales
- Son más resistentes y duraderos.
- Permiten corregir todo tipo de problemas de alineación, incluso los más complejos.
- Suelen tener un precio más bajo.
- Requieren menos mantenimiento frente a roturas o daños.
Desventajas de los brackets tradicionales
- Son más visibles, lo que puede afectar la estética facial durante el tratamiento.
- Las ligaduras elásticas pueden teñirse con alimentos o bebidas.
- Algunas personas sienten que son menos cómodos visualmente, sobre todo en entornos sociales o profesionales.
Ventajas de los brackets estéticos
- Son mucho más discretos, especialmente los brackets transparentes o los de color similar al diente.
- Resultan ideales para adultos o adolescentes que buscan una opción menos visible.
- Existen versiones autoligables, que mejoran la higiene y reducen la fricción.
Desventajas de los brackets estéticos
- Son más frágiles que los metálicos.
- En algunos casos, el tratamiento puede durar un poco más.
- Su precio es más elevado.
- Algunos materiales pueden mancharse si no se mantiene una buena higiene bucal o si se consumen con frecuencia alimentos pigmentados, como café, vino tinto o curry.
¿Cuánto cuestan los brackets estéticos en España?

El precio de los brackets estéticos en España puede variar según el tipo de material, la duración del tratamiento y la clínica dental. Sin embargo, se pueden establecer algunos rangos aproximados.
- Brackets metálicos: suelen costar entre 1.800 y 2.800 euros por tratamiento completo.
- Brackets estéticos de cerámica: el precio se sitúa entre 2.500 y 3.500 euros.
- Brackets de zafiro o transparentes: son algo más caros, con un coste que ronda los 3.000 a 4.000 euros.
- Brackets autoligables estéticos: al incorporar un sistema más avanzado, su precio puede llegar hasta 4.500 euros.
Estos precios incluyen habitualmente las revisiones periódicas, los ajustes y los controles de ortodoncia. No obstante, algunos tratamientos pueden requerir estudios previos o radiografías que se cobran por separado.
La diferencia de precio entre los brackets metálicos y estéticos se debe principalmente al coste de los materiales y al tiempo que requiere su colocación y mantenimiento. Aun así, cada paciente debe valorar no solo el coste, sino también la comodidad y la apariencia que desea durante el tratamiento.
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¿Cuál es la mejor opción para ti?
Elegir entre brackets metálicos y estéticos depende de varios factores: el tipo de corrección dental que necesites, tu presupuesto, tus preferencias estéticas y el consejo del ortodoncista.
Si lo que buscas es eficacia, resistencia y un menor coste, los brackets metálicos siguen siendo una excelente opción. Son ideales para tratamientos complejos o para quienes priorizan el resultado final por encima de la apariencia durante el proceso.
En cambio, si te preocupa la estética y prefieres una opción más discreta, los brackets estéticos son una buena alternativa. Los de cerámica o zafiro ofrecen resultados muy similares a los metálicos, pero con una presencia mucho menos visible. Además, los brackets autoligables estéticos pueden ofrecer un equilibrio interesante entre estética, comodidad e higiene.
Para quienes buscan una solución intermedia, los brackets estéticos metálicos pueden ser una opción práctica, ya que combinan la durabilidad del metal con un diseño más sutil y discreto.
Lo más recomendable es consultar con un ortodoncista, quien podrá evaluar tu caso y explicarte qué tipo de brackets se adapta mejor a tus necesidades. Cada boca es diferente y lo importante es encontrar un tratamiento que ofrezca el mejor resultado posible sin comprometer la comodidad o la salud bucal.