La sonrisa es una parte fundamental de nuestra imagen y bienestar. Una sonrisa bonita y saludable mejora la apariencia y es un reflejo del cuidado que le damos a nuestro cuerpo.
Con una buena higiene bucal y algunos hábitos diarios, es posible mantener nuestros dientes y encías en óptimas condiciones. Pero, si no sabes por dónde empezar, echa un vistazo a estos consejos para lucir una sonrisa saludable y perfecta, y disfrutar de una salud bucodental adecuada.
¿Qué hacer para tener una sonrisa bonita?
Tener una sonrisa bonita es el resultado de una rutina de cuidado constante y de decisiones saludables en el día a día.
Los consejos que te damos a continuación están pensados para que puedas adoptar hábitos que promuevan una buena salud bucal y tú también luzcas una sonrisa bonita y cuidada.
Mantén una rutina de higiene bucal diaria
El primer y más importante paso para cuidar tu sonrisa es establecer una rutina de higiene bucal. Esto incluye cepillarse los dientes al menos dos veces al día, por la mañana y antes de dormir, aunque lo óptimo es cepillarse tras cada comida.
Es esencial cepillarse durante al menos dos minutos en cada sesión para asegurar que se elimina la placa y los restos de alimentos. Utiliza una pasta dental que contenga flúor, ya que este mineral fortalece el esmalte de los dientes y ayuda a prevenir las caries.
No hay que olvidarse de cepillar la lengua, ya que esta puede albergar bacterias que afectan el aliento y, en algunos casos, la salud de las encías. Los cepillos manuales, así como los recambios de los cepillos eléctricos, han de ser repuestos cada tres meses. Un cepillo en buen estado es garantía de una salud bucal óptima.
Utiliza hilo dental

El cepillo dental es muy efectivo para limpiar las superficies de los dientes, pero no puede alcanzar todas las áreas. Aquí es donde el hilo dental se vuelve indispensable.
Pasar el hilo dental al menos una vez al día ayuda a eliminar la placa y los restos de comida que se acumulan en los espacios interdentales, evitando así la formación de caries y enfermedades de las encías.
El uso correcto del hilo dental implica deslizarlo suavemente entre cada diente, siguiendo la curva natural de la encía. Si nunca lo has usado, puede parecer complicado al principio y la sensación puede ser algo extraña, pero con práctica se convertirá en una parte natural de tu rutina diaria. Recuerda que dedicarle unos minutos a esta tarea puede marcar una gran diferencia en la salud bucal a largo plazo.
Usa colutorio de manera habitual
El enjuague bucal es un complemento excelente para tu rutina de higiene que te ayudará a tener una sonrisa bonita: ayuda a refrescar el aliento y contribuye a reducir las bacterias presentes en la boca. Un enjuague bucal adecuado puede prevenir la formación de placa y la aparición de gingivitis, una de las enfermedades de las encías más comunes que, de no tratarse, puede conllevar un problema mayor en forma de periodontitis que acabe dañando el hueso de la mandíbula.
Evita el tabaquismo
El tabaco causa manchas muy difíciles de quitar en los dientes. Daña el esmalte y favorece la aparición de infecciones en las encías, lo que hace que todo esfuerzo por cuidar la salud bucodental no sirva para nada. Además de poder gozar de una mejor salud general, evitar el tabaquismo te ayudará a mantener una dentadura sana.
Elige el cepillo de dientes adecuado y mantenlo en perfectas condiciones

No todos los cepillos dentales son iguales. Es fundamental elegir un cepillo con cerdas suaves que no dañen las encías ni desgasten el esmalte. Un cepillo con cerdas demasiado duras puede provocar irritación y retraimiento de las encías, lo que a largo plazo podría causar problemas periodontales.
Los cepillos eléctricos, en particular, pueden ser una buena opción si tienes dificultades para mantener el tiempo adecuado de cepillado o si buscas una limpieza más profunda. Sin embargo, lo más importante es que te sientas cómodo con el cepillo que elijas y que lo utilices de manera constante y correcta.
Trata de evitar consumir alimentos y bebidas que manchen tus dientes
Ciertos alimentos y bebidas pueden afectar el color natural de tus dientes. Por ejemplo, el café, el té, el vino tinto y algunas salsas oscuras son conocidos por manchar la superficie dental. Si eres aficionado a estas bebidas o alimentos, es recomendable enjuagarte la boca o cepillarte los dientes poco después de consumirlos para minimizar el efecto de las manchas.
Si bien no es necesario eliminarlos por completo de tu dieta, moderar su consumo y seguir una adecuada higiene bucal puede ayudar a mantener tus dientes blancos y brillantes. También puedes considerar el uso de pajitas al beber estas bebidas para reducir el contacto directo con los dientes.
Evita el consumo de azúcar todo lo posible
El azúcar es uno de los principales responsables de la formación de caries. Las bacterias presentes en la boca se alimentan de los azúcares y, al descomponerlos, producen ácidos que atacan el esmalte dental. Por ello, reducir el consumo de alimentos y bebidas azucaradas es fundamental para prevenir problemas dentales.
No se trata de eliminar el azúcar por completo, sino de ser consciente de su impacto y buscar alternativas más saludables. Opta por frutas frescas en lugar de dulces procesados y bebe agua en lugar de refrescos. Además, es importante cepillarse los dientes después de consumir alimentos azucarados para evitar que los ácidos tengan tiempo de dañar el esmalte.
Evita el uso continuado de clorhexidina
La clorhexidina es uno de los antisépticos más eficaces para eliminar la placa bacteriana, razón por la que es habitual encontrarlo en colutorios de farmacia que se usan para tener una sonrisa bonita y sana.
Pero su uso continuado, así como su administración antes o después de fumar, beber vino o ingerir determinados alimentos puede causar reacciones que dejen manchas en la dentadura. Aunque no son reversibles, sí son muy molestas y pueden coartar a quien las padezca en momentos de exposición social.
Para un mantenimiento diario de la higiene bucal, hay opciones igual de eficaces que prescinden de este compuesto para evitar los daños colaterales de su uso continuado, por lo que son una mejor opción para disfrutar de una higiene bucal completa y lucir una sonrisa saludable.
Si practicas deporte, utiliza protección
Si practicas deportes, especialmente aquellos de contacto, es muy importante proteger tu sonrisa. Los golpes y caídas pueden causar fracturas, desprendimientos o incluso la pérdida de dientes. Un protector bucal es un dispositivo simple y efectivo que actúa como un escudo para tus dientes y encías durante la actividad física.
Los protectores bucales están disponibles en diferentes materiales y formas. Algunos se adaptan a la forma de tu boca para ofrecer una mayor comodidad y protección. Invertir en un buen protector bucal es una medida preventiva que puede evitar problemas serios y costosos en el futuro y que harán que luzcas una sonrisa saludable.
Si padeces bruxismo, usa una férula de descarga
El estrés es un factor que puede afectar indirectamente la salud de tu sonrisa. Cuando estamos estresados, es común desarrollar hábitos como el bruxismo, que consiste en apretar o rechinar los dientes. Este hábito puede provocar desgaste del esmalte, dolor en la mandíbula y otros problemas dentales.
Para combatir el bruxismo, es importante identificar y gestionar las fuentes de estrés en tu vida. Practicar técnicas de relajación, como la meditación, el yoga o ejercicios de respiración, puede ayudar a reducir la tensión. Además, en algunos casos, el uso de férulas o protectores nocturnos puede ser necesario para proteger tus dientes mientras duermes.